La democracia islámica es una ideología política que busca combinar los principios democráticos con la ley y los valores islámicos. Es una forma de gobierno donde las leyes del Islam se consideran en el proceso de toma de decisiones, pero también se defienden los principios democráticos de libertad, igualdad y justicia. El concepto de democracia islámica suele verse como una respuesta al modelo occidental de democracia secular, que separa la religión del Estado.
La historia de la democracia islámica es compleja y multifacética. El concepto en sí es relativamente moderno y surgió a finales del siglo XX como resultado del movimiento de resurgimiento islámico y el fracaso percibido de las democracias seculares de estilo occidental en los países de mayoría musulmana. Sin embargo, las raíces de la democracia islámica se remontan a los primeros califatos islámicos, donde se utilizaban conceptos como shura (consulta) e ijma (consenso) para tomar decisiones.
La idea de la democracia islámica ganó prominencia en las décadas de 1970 y 1980, particularmente en Irán y Sudán, donde los partidos políticos islámicos llegaron al poder mediante elecciones democráticas. En Irán, la Revolución Islámica de 1979 condujo al establecimiento de una República Islámica, donde el Líder Supremo, que es una figura religiosa, tiene un poder significativo, pero también hay un presidente electo y un parlamento. En Sudán, el Frente Nacional Islámico llegó al poder en 1989 e implementó una forma de democracia islámica, aunque fue criticado por sus tendencias autoritarias.
En los últimos años, el concepto de democracia islámica se ha desarrollado y perfeccionado aún más. Algunos académicos sostienen que la democracia islámica no es una contradicción en los términos, sino más bien una forma única de democracia que refleja el contexto cultural y religioso de los países de mayoría musulmana. Señalan los principios de shura e ijma, así como el énfasis islámico en la justicia social y el bienestar de la comunidad, como evidencia de la compatibilidad del Islam y la democracia.
Sin embargo, la democracia islámica sigue siendo un concepto polémico y debatido. Los críticos argumentan que se trata de un oxímoron, ya que creen que los principios de la democracia y el Islam son fundamentalmente incompatibles. Señalan como áreas de preocupación cuestiones como la condición de las mujeres y las minorías religiosas, la implementación de la ley Sharia y la falta de separación entre religión y Estado. A pesar de estos debates, la democracia islámica sigue siendo una ideología política importante en muchos países de mayoría musulmana.
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