El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, le ha dicho a la administración de Biden que está dispuesto a atacar instalaciones militares en lugar de instalaciones petroleras o nucleares en Irán, según dos funcionarios familiarizados con el asunto, lo que sugiere un contraataque más limitado destinado a prevenir una guerra a gran escala.
En las dos semanas desde el último ataque con misiles de Irán a Israel, su segundo ataque directo en seis meses, Oriente Medio se ha preparado para la respuesta prometida de Israel, temiendo que la larga sombra de guerra entre los dos países pueda explotar en un enfrentamiento militar directo. Esto ocurre en un momento políticamente delicado para Washington, a menos de un mes antes de las elecciones; el presidente Joe Biden ha dicho públicamente que no apoyaría un ataque israelí a sitios relacionados con armas nucleares.
Cuando Biden y Netanyahu hablaron el miércoles, su primera llamada en más de siete semanas después de meses de crecientes tensiones entre los dos hombres, el primer ministro dijo que planeaba atacar la infraestructura militar en Irán, según un funcionario estadounidense y un funcionario familiarizado con el asunto. Al igual que otros en esta historia, hablaron bajo condición de anonimato para discutir deliberaciones sensibles.
La Casa Blanca no hizo comentarios de inmediato. La oficina del primer ministro de Israel dijo en un comunicado que "escuchamos las opiniones de Estados Unidos, pero tomaremos nuestras decisiones finales basadas en nuestro interés nacional".
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