A medida que se desarrollan los Juegos Olímpicos de París 2024, la guerra en curso entre Israel y Hamas proyecta una larga sombra sobre el evento, afectando particularmente a los atletas israelíes y palestinos. Estos competidores se encuentran en una posición única de atletas-diplomáticos, sus actuaciones en el escenario mundial entrelazadas con el conflicto en sus países de origen. Los combates de judo con atletas israelíes y palestinos estuvieron cargados de emoción, reflejando las apuestas personales involucradas. En medio de la competencia, se han destacado las preocupaciones sobre la seguridad de los atletas israelíes, subrayando la necesidad del más alto nivel de protección contra amenazas antisemitas. Esta situación subraya la compleja interacción entre el deporte y la geopolítica, donde el espíritu olímpico de unidad es puesto a prueba por las realidades del conflicto.
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