Las tensiones han aumentado en Serbia a medida que los ciudadanos participaron en las elecciones municipales, especialmente en Belgrado y otras ciudades clave. Las elecciones se han convertido en un campo de batalla entre los populistas de derecha gobernantes, quienes son acusados de buscar afianzar aún más su significativo control, y los activistas de la oposición. Estas elecciones son críticas debido a las acusaciones previas de amplias irregularidades en diciembre, lo que llevó a disturbios políticos y acusaciones contra el partido gobernante. El resultado de estas elecciones se considera crucial para el futuro panorama político de Serbia, un país en camino a la membresía en la Unión Europea. La situación subraya las profundas divisiones y desafíos que enfrenta la democracia en Serbia.
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